Lengua

Vida la maga          

Vida era una niña muy feliz, con el pelo del color de la nieve, que vivía con sus padres en un pueblo a las afueras de la ciudad.

Como cualquier niña, Vida iba al colegio todos los días, exceptuando el fin de semana.Para ir allí, tenía que pasar por el río Rapidomundi y después por una encrucijada de caminos.Uno llevaba a la granja del Tío Antón, otro al colegio y otro al Más Acá.

Un día, Arturito, se cayó al río, y como había llovido mucho la corriente del río lo arrastraba todo a su paso.Toda la gente de por allí estaba petrificada por el miedo y no hacía nada.Cuando llegó Vida, enseguida se puso en acción.Se fue al Más Acá, porque era una zona arbolada.Con permiso del Gran Roble cortó una rama de abedul y la utilizó como varita mágica para salvar a Arturito.Con el acto valiente y bondadoso que había tenido Vida todo el mundo la admiraba.

Arturito le dijo un día a Vida que en el país vecino había estallado un volcán.Entonces, salieron corriendo en el triciclo de su amigo Arturito, quien no se había separado de ella desde que la salvó.

Primero, pusieron a salvo a todos los habitantes del país.                              Después, llegaron al cráter del volcán, y con un hechizo, se protegieron de las quemaduras. Luego, bajaron por la chimenea volcánica y llegaron a la cámara magmática.      Por último, con otro hechizo, pararon la expulsión de la lava del volcán y limpiaron toda la ciudad.

Después del acto heroico volvieron a su casa entre aclamaciones y gritos



Buscando la paz


 Hace mucho tiempo, en el Reino de Inglaterra había un rey, llamado Darío, que disponía de un ejército increíble. Con él expandió sus fronteras hasta llegar a conquistar todo el mundo, excepto un pequeño pueblecito donde vivían Adrián y Carmen, un niño y una niña hermanos que estaban atemorizados tras la llegada del ejército del Reino de Inglaterra al pueblo vecino.                                 

Toda la gente de por allí estaba ocupada forjando espadas y guardando alimento para las mujeres y los niños, pero Adrián y Carmen querían luchar.

Esa noche, Carmen se asomó a la ventana de su habitación y vio tres estrellas que brillaban en el cielo como ninguna otra. Los cráteres de la Luna se alinearon formando las palabras de ``VUESTRO MOMENTO ESTÁ EN EL ATARDECER´´. Carmen parpadeó y todo volvió a ser como antes. Al día siguiente se lo dijo a Adrián. Extrañados, se lo preguntaron al Gran Anciano, alguien que tenía fama por sus conocimientos. El Gran Anciano se sorprendió, pues no se había visto esa situación nunca. El Gran Anciano consultó al Oráculo del pueblo.

 -¡Oh!-dijo el anciano- Las estrellas dicen que el ejército inglés vendrá en tres días, y la Luna dice que pasará algo al atardecer. Anunciadlo en palacio. ¡Pero solamente en palacio!

-¡Sí!-respondieron los niños a coro.

Después de anunciarlo en palacio el jefe de la aldea reunió a todo hombre capaz de empuñar una espada.

Al cabo de tres días, al amanecer, venía por el este el ejército inglés.

El rey Darío, al frente de los ingleses, estaban formando un frente, preparados para la batalla. Había escuderos, arqueros, pero casi todos venían con espadas.

Comenzó la batalla. Los de la aldea eran muy hábiles luchando, pero los de Inglaterra les superaban en número. La batalla no parecía tener fin.

Llegó el atardecer. Los guerreros no querían luchar de noche. Adrián y Carmen, al ver que no pasaba nada, creían que la batalla estaba en sus manos.

Cogieron antiguas espadas, y, montados en sus caballos, sin miedo, salieron a la batalla.

Cabalgaron y cabalgaron por medio del ejército enemigo. Juntos, derrotaron al Reino de Inglaterra, e hicieron del mundo un solo país, en el que reinaban ellos dos, y gobernaba la paz y la amistad entre razas.






Entrevista a Jorge Luengo (famosísimo mago)






Enigmas

1.Eres un detective  y debes resolver este enigma: un día apacible en mitad de una semana
placentera, a mediados de verano, un yate sin anclar fue hallado a 200 km de la costa, rodeado de seis personas ahogadas. Todas ellas llevaban bañador, eran buenos nadadores y no presentaban daño alguno (salvo que se habían ahogado)¿Podrías explicar por qué se ahogaron?



Porque estaban dándose un chapuzón en Alta Mar y el yate perdió las escaleras de subida y como el agua estaba muy fría  se les congelaron las piernas y se ahogaron.


2.Se te acaba la oportunidad de unirte a tu equipo favorito, pero antes tienes que realizar una prueba muy extraña. Antes de acogerte te ofrecen dos hojas (una con un 
``sí´´ y otra con un ``no´´) que están plegadas en una caja . Debes elegir una de las dos sin mirar; si sale la que tiene un ``sí´´ te convertirás en la estrella del equipo, pero si sale la que tiene un no te echarán a patadas. Para colmo, un compañero malintencionado ha trucado la caja y ha puesto las dos hojas con el ``no´´; sin embargo, antes de que vayas a sacar la hoja de la caja te confiesa su traición y te dice que de todas formas serás expulsado. Piensa:¿Qué puedes hacer para que no te expulsen?

Coger una hoja y comértela, y enseñarle a tus compañeros que la otra hoja tiene un no, así que creerán que la tuya tenía un sí



Juanito y yo

                  

-¡Hola Juanito!-dije al entrar en su habitación.

-¿¡Pero qué haces!?-grité acto seguido al ver a éste  intentando romper la lámpara que había al lado de su escritorio.


Ah, no me he presentado, soy Samuel, un niño de diez años con un amigo que está un poco loco que se llama Juanito. Los niños nunca le hacen caso y tiene que soportar burlas y palizas todo el rato. No tiene amigos, así que de tanta pena que me da al menos juego con él para que no se sienta solo. Bueno, continuemos con la historia.


-¿Estás loco?-grité.

-No, solo que en esta lámpara he visto a mis padres, así, de repente.-dijo él.

-Imposible.-dije.-¡Ya sabes que están de viaje! Además, las lámparas no reflejan padres.

-Sí, pero aun así los echo mucho de menos. Y eso no ha sido una ilusión. 

-Vale, pues si es así y crees que no ha sido una ilusión, iremos a la fábrica secreta de esas lámparas.

-Sí.

-Bien, pero primero vayamos a la Universidad de Granada, que allí tengo un amigo que nos podrá ayudar con este misterio.-dije yo.-Cogeremos el tren que va a la Universidad mañana. Te espero a mediodía. ¡Y no llegues tarde!

-¡No lo haré!

Y así, Juanito y yo nos pusimos en marcha, en busca de la fábrica secreta de las lámparas,completamente ajenos a las adversidades que nos depararía el camino.

Y al día siguiente, cogimos el tren que iba hacia Granada y entramos en la Universidad.

-¿Adónde vamos?-me preguntó.

-A clase de química. Allí está mi amigo Diego Pérez.-dije.

Cuando entramos en el aula de química, Juanito se sorprendió de ver una clase tan grande. Menos mal que solo estaba el profesor Pérez.

¡Cuánto tiempo, Samuel!-dijo.

Sí, mucho.-contesté.

¿Cómo van las cosas por allí?-preguntó.

Ahora no hay tiempo.-dije. Te lo explicaré en el tren con más calma.¡Vámonos!

Nos tocó el vagón tres.

¡Madre mía, qué chulo!-dijo Juanito al entrar.

Pues es verdad.-dije yo.

Al profesor Pérez se lo explicamos todo en el vagón.

-Profesor,¿sabe qué?-dije.

-¿Qué?-dijo él.

-Que el billete que nos han dado en la estación no tiene ninguna letra ni ningún número, salvo un trocito que está roto. Mire.-dije.

-Es verdad.-me contestó.-Es muy extraño.

De pronto, se escuchó un grito que venía del siguiente vagón. Corrimos hacia él.

Se oía algo como:

-¿Dónde estará? ¡Cariñito mío, ven con mamá! ¡Niñito mío!¡Alfred!

La señora nos dijo que su niñito se había perdido en el tren, y que solo tenía un zapato suyo. Nos lo dio. Era un zapato pequeño, así que un niño así no podría haber saltado por una ventana del tren. Buscamos por todo el tren y encontramos el otro zapato de Alfred. Nos resultó extraño que los dos zapatos fueran del mismo pie. 

-Entonces es que... ¿Alfred es un animal?-dijo Juanito.

-Efectivamente.-dije. Pero ahora hay que encontrarlo. Y hay un sitio donde aún no hemos buscado.

-¡En el furgón de cola!-dijo Diego.

-Sí.-dije.

Allí encontramos a Alfred que es un gato. La señorita se puso loca de contenta al volver a verlo.

-Siento curiosidad por el vagón siete, aunque esté prohibido el paso.-dijo Juanito. 

-Lo mismo digo.-contesté.

-Pues vayamos a ver por qué está prohibido el paso.-dijo con decisión Diego.

-No me parece mal.-dije.

-Ni a mí.-dijo Juanito.

Al llegar al vagón siete, vimos una puerta cerrada de un vagón en muy malas condiciones. Por suerte, allí había colgada una llave que abría la puerta.

Cuando entramos al vagón se apagaron todas las luces y sentimos como si hubiésemos descarrilado de repente. Lo único que vimos es que nos habíamos separado del tren. ¡Íbamos en otra dirección! 

Estábamos en mitad de la nada cuando descubrimos qué ponía en el billete de tren. Me di cuenta que en el trozo que estaba roto habían una letra y un número y tenían sentido.Eran una V y un 7, puesto que estábamos en el vagón siete e íbamos hacia una fábrica que se divisaba a lo lejos. Dije:

-¡Allí está la fábrica! Al menos eso creo.

-Sí, allí está.-dijo Diego.-Pero si es secreta, ¿por qué en la estación nos dieron el billete hacia esa fábrica?

Bajamos por un raíl subterráneo y avistamos una escultura gigante de mármol con forma de  lámpara. Íbamos hacia el tercer sótano cuando un láser nos apuntó y sentimos como si estuviésemos obligados a obedecer a una persona. Descubrimos que esa persona era el dueño de la fábrica de lámparas, pues sentimos un deseo inmenso de fabricar lámparas día y noche, sin parar.

-Ja, ja, ja, veo que ha llegado nuevo cargamento de esclavos.- Dijo un supuesto Andrew que era el dueño de "Doña Lámpara", la fábrica de lámparas. 

Mientras tanto, los padres de Juanito estaban volviendo de su viaje cuando el GPS que tenían con la ubicación actual de Juanito (eran muy precavidos) les informó de la situación. En seguida fueron hacia la fábrica y no sé cómo entraron (a lo mejor no lo hicieron por la puerta principal) que no se esclavizaron. En seguida revisaron todos los papeles de Andrew tras haberlo dormido con un dardo somnífero y descubrieron que había un láser que esclavizaba a todos los que lo atravesaban y seguidamente lo desconectaron. Nos sentimos de nuevo libres y además también todos los trabajadores también. 

En silencio llamamos a la policía y llevaron a Andrew a la cárcel y lo interrogaron. La policía descubrió que esas lámparas tenían gas alucinógeno y que con ellas quería que a todos los que compraran esas lámparas de noche se les apareciera una alucinación de un fantasma para hacerles presos del miedo. Sobornaba a la estación de tren para que los billetes de los que querían ir a a fábrica de lámparas sean al final para un vagón con esclavos que hacían lo que él quisiera. 

De vuelta nadie nos creyó y a Juanito y a mí nos dio un poco de rabia, pero al final lo comprendimos. Nosotros tampoco habríamos creído a otros.

Desde aquel día, no se por qué los niños empezaron a tratar mejor a Juanito.


Biografía de Fulanito Menganito

Fulanito Menganito nació en el planeta X el x-x-x. Éste personaje ha estudiado la ciencia de la x en matemáticas y ha inventado las ecuaciones irresolubles. Fue el primer y el último habitante de X. Una gran anécdota de su vida fue cuando llegó a la Tierra con su nave espacial en forma de x, chocó y extinguió a los dinosaurios. Desde ese día siempre ha vivido en la boca de los malos matemáticos que cuando, hablando, quieren decir x persona, dicen Fulanito Menganito. Y así vivirá para siempre.


3 comentarios:

  1. Es precioso tu cuento "Buscando la paz", en especial el final, ojalá éste nos ocurriera en realidad, que nuestro bonito planeta se convirtiera en un solo país donde gobernara la PAZ y la AMISTAD entre razas!!! ¡hay que luchar por ello!!!!

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  2. Pero que buena idea incluir tu entrevista!!!!, ésta me ha parecido muy interesante, menos mal que saliste de aquel cuarto en el que terminas el video!

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  3. jajaja muy chula y divertida la entrevista PD soy el dario jejeje

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